
Mi vida es diferente:
Me siento menos cohibida para expresarme, me siento más tranquila, y me he quitado un peso de encima.
Mi cuerpo también se nota mas ligero, mi cuello está mas descargado. Me llevo mas tranquilidad, mas felicidad, ahora incluso me sorprendo a mi misma bailando, y mi marido dice que ni me conoce, pues solo me ha visto sufrir, y ahora estoy feliz. Ya muestro mis sentimientos. Antes parecía que ni yo misma quería ser feliz.

Ruth García
Ama de Casa